DE RAÙL ÀLVAREZ V
Casas de Lo Matta-Vitacura- Santigo-Chile
- PROLOGO-
Por:
Guillermo Giannini*
Hacer la presentación
de una obra de un fotógrafo muchas veces
resulta algo sencillo, ya que nos limitamos a mencionar las fechas, títulos y
premios obtenidos. Pero para mí, este caso es diferente y especial, ya que debo
presentar a un artista que se ha manifestado como tal, no tan sólo en la fotografía
sino que también en otras manifestaciones artísticas, dejando meridianamente
aclarado su potencial y sensibilidad del hombre genial.
Su obra
fotográfica nos obliga a pasearnos por ella. No podemos darle una mirada y
tratar de comprenderla. La obra nos pide que busquemos en ella todas las
posibles interpretaciones que el autor de alguna forma plasmó en su fotografía.
El trabajo de
Raúl siempre tiene varias lecturas. Hay claves, pistas, detalles que nos hacen
descubrirla y, a veces, reinventarla de diferentes maneras, pues la mirada de Raúl
va siempre acompañada de una reflexión. Las cosas simples, un par de luces, algunas
sombras, ya le encuentra una similitud, alguna relación con un concepto más
universal o una historia.
Un papel tirado
por el suelo, a los ojos del autor se transforma en la carta de amor que dejó
caer alguna mujer enamorada al saber que su eterno amado partía lejos y que
jamás lo volvería a ver.
Algunas gotas de
agua aparecen sobre las hojas amarillentas de ese otoño, no son producto de un
simple riego o lluvia, son justamente las lágrimas de la mujer enamorada que
llora la ausencia, que tendrá que vivir y soportar y que ya, le rompe el alma.
De esa manera
nos hace el autor penetrar en su mundo de sueños y creaciones. Las historias
van llegando a su mente y mediante la composición, la armonía de los colores,
los contrastes, la ausencia de color, los diferentes tonos de grises y muchas
otras más, son las herramientas que ocupa para contar la historia.
Esto hace que no
estemos frente a fotografías fáciles. Si bien hay algunas anecdóticas, tenemos
otras más complejas. Es por esto que los invito a mirar y volver a mirar. Luego
mirar para finalmente terminar de mirar. Pronto, en la quietud de la noche,
cuando recordemos lo visto, con sus versos e imágenes comenzaremos a jugar con
nuestra imaginación y con nuestra propia interpretación de las obras que hoy
nos acompañan en este libro.
Presidente Foto Cine Club de Chile.
- Es la excelente presentación de Guillermo Giannini para mi exposición fectuada en el Foto Cine Club de Chile en el mes de diciembre del 2012. Este evento, me inspirirò para ordenar la presentación en Casa de Lo Matta en orden temático y relacionando la exposición con los versos del suscrito titulado "...y llegó la luz". De esta manera, se lograba un objetivo: indicar a los principiantes o alumnos de fotografía los diversos caminos que se pueden seguir fotograficamente y de esta manera, lograr un estilo propio.
DEL AUTOR
En mi exposición titulada “ Uno, dos, tres, … click”
efectuada en diciembre del 2012 en el Foto Cine Club de Chile, mis amigos
fotógrafos se preguntaban el origen insólito del nombre de este evento.
Expliqué que en el mundo moderno, la fotografía se ha popularizado en forma
extraordinaria. Todos se consideran fotógrafos y dicen uno, dos, tres atención, click y observamos miles de
destellos de flash en los estadios y cuanto evento exista, incluso algunos, ingenuamente,
enfocan a la luna, creyendo que este flash o destello modelará la imagen, o
rellenara las sombras de la pelota de football. Nada de eso acontece, aun más,
en 90% más o menos de las fotografías que se toman en el seno familiar o
situaciones de recuerdos importantes no se imprimen sino que van, al basurero,
papelera de reciclaje del computador. Me pegunto, ¿qué verán nuestros nietos? ¿Cuál
será la constancia histórica de nuestro legado?. Poco, salvo, las fotografías periodísticas o
semejantes.
Para ser fotógrafo, en mi opinión, es imprescindible
primero amar la fotografía, luego estudiar arte, conocer los artistas, las
técnicas y leyes que rigen esta maestría, tal como un científico estudia los
conceptos de causa y efecto. Es imprescindible no sólo visitar los museos, sino
que además conocer en profundidad a los poetas con su obra, ya que estos
expresan la vida, sus sentimientos, impresiones y vivencias en un lenguaje de
sonidos, silencios y exclamaciones en
que, la palabra cotidiana se transforma mágicamente, en significados tan
diversos como auditores o lectores escuchen o lean en la intimidad los poemas
que, desde el principio de los tiempos; han retenido el paso del hombre por la
historia o sellando en versos sus anhelos de belleza y búsqueda de la verdad y
así, encontrar finalmente la felicidad.
Los fotógrafos, comparativamente, hacemos lo mismo pero
escribiendo con imágenes, luces y sombras. Nosotros buscamos los elementos, los
distribuimos, efectuamos abstracciones con la profundidad de campo, detenemos
el movimiento con la velocidad del obturador y jugamos en una ronda
interminable con la distribución de todos los objetos y situaciones en un
espacio de dos dimensiones para adentrarnos
en infinitas perspectivas
El arte es un constante mirar de nuevo, presentar mundos
del ayer hoy y del mañana. Exhibir visiones y sueños íntimos ignorados por el
entorno y a veces intuidos que el artista hace presente. De esta forma, los
versos y la fotografía se hermanan en el
verbo y palabra, con la luz y sombra. Mágicamente cada vivencia y cada momento
es único. Irrepetible. Así es el encantamiento de la fotografía. Es el ahora o
nunca. El mañana no existe para nosotros: los fotógrafos. La luz junto a su
sombra siguen un camino sin límite de espacio ni de tiempo desde el principio
que se va disipando en lontananza.